El rendimiento académico

Hablar del rendimiento académico, es en el argot educativo, hablar de desempeño y aptitud, lo que en su esencia significa que el docente debe considerar algunas variables como lo son las cognitivas, motivacionales, preparación del docente, familia, políticas educativas, contexto del centro educativo, contexto de aula, conciencia plena de estudio, el mismo sistema educativo, etc.; como además, estimar las estrategias de aprendizaje que conduzcan el quehacer docente a la mejora que aspire en sus estudiantes.

El empleo de la tecnología educativa, es innegable que se impone por algunos factores que pasan por un efecto motivacional (que lo debe visualizar el docente) en los aprendices, apoyo horizontal como integración curricular en el proceso educativo, pero el enseñante debe identificar adecuadamente en qué funciones emplearla, como canal de comunicación, multimedia, formación, tutoría, didáctica aplicada, evaluación, …

La definición de acciones para la mejora del rendimiento académico, surgen como necesarias si un profesor desea mejorar alguna realidad que ha encontrado en su proceso enseñanza-aprendizaje, que lleva a identificar qué medios emplear, como por ejemplo, el ejercicio de una autoevaluación, registro de aprendizajes, reconocer técnicas y métodos de estudio a emplear el estudiantado en base a evaluación de sus estilos de aprendizajes, …

En algunos casos no está al alcance del docente la eficacia, eficiencia y efectividad del sistema educativo del centro educativo, distrito y hasta nacional, que en un momento dado, trata la docencia en un ejercicio que no es su esencia, sino mas bien a cumplimientos administrativos cuya carga varía, afectando en el tiempo que se necesita para desarrollar el aprendizaje de los alumnos que es el fin de la educación.

Vale reconocer, que se impone saber cómo se aprende, que no es lo mismo que cómo se aprueba, es decir, la docencia pasa al plano que debe convertirse en neuroeducadora, porque de ese modo puede reconocer cómo las estrategias funcionan en la construcción del conocimiento, influyendo por ende, en la optimización del tiempo de aprendizaje, el empleo adecuado de los recursos didácticos a utilizar, la gestión de aula, por tanto, se refleja en la evaluación, seguimiento y retroalimentación necesarios en el proceso educativo que se lleva a cabo.